"Tenemos el mismo poder de compra que teníamos en 2015"

En diálogo con Julia Rigueiro, analista de CEPA, Canal 5TV indagó en las cuestiones referidas a ingresos que se sumaron a las arcas Estado: cómo impactaron las medidas en los salarios argentinos y, sobre todo, cómo en los jubilados. “Siguen siendo las jubilaciones y pensiones el sector que financia el superávit que tanto celebra el gobierno nacional”.

El informe fiscal elaborado por CEPA destacó que de cada $100 ajustados en el gasto, $35 provinieron de la licuación de las jubilaciones, siendo ésta la principal partida afectada con una caída real del 38%. A esto se suma una reducción del 43% en las pensiones no contributivas y del 85% en las transferencias a provincias.

"La notable reducción en los egresos se atribuye principalmente a la licuación de los haberes de los jubilados, la falta de gestión por parte del nuevo gobierno y la decisión de no ejecutar el presupuesto", señaló el documento. “Tenemos el mismo poder de compra que teníamos en 2015”, afirmó la especialista.

En cuanto a los ingresos públicos, si bien hubo incrementos por el salto cambiario en retenciones (34%), derechos de importación (31%) e impuesto PAIS (62%), no lograron compensar la merma de otros tributos asociados a la actividad económica. La recaudación total registró una baja de 6,3% en términos reales.

Otro de los aspectos relevantes fue el desplome de la inversión en obra pública, con un derrumbe del 88% y una ejecución prácticamente nula debido al congelamiento de las obras de infraestructura, alcanzando niveles no vistos desde febrero de 2017.

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Pese al superávit de $3,2 billones en el primer bimestre, el informe advirtió sobre la insostenibilidad del ajuste por los problemas derivados de la falta de transferencias a CAMMESA para el pago de subsidios energéticos, que derivó en aumentos de tarifas.