"Hay un daño económico irrecuperable para el itateño"

El funcionario explicó a Sudamericana que Itatí vive “una fiesta bastante atípica para la región”, recordando que en épocas normales “convoca mucha gente de la región y el conurbano bonaerense”. Aludió a lo que sucedió el año pasado cuando había alrededor de 400 mil personas en las calles, con la hotelería y hospedajes familiares agotados meses antes “y hoy tenemos una imagen totalmente diferente”.

Más allá de esto, reconoció que “como creyentes, tenemos que agradecer a la Virgen la situación en la que está Corrientes”. Recordó que “hasta hace un mes llamaba gente de Buenos Aires o comerciantes pidiendo venir, pero estuvimos tratando de hacer entender que en esta emergencia era imposible una fiesta como la que conocíamos”.  

Adelantó, en tanto que hay expectativas porque desde el lunes 20 se van a recibir personas, con protocolos y la intención de evitar el hacinamiento, en el marco de la apertura parcial del turismo interno en zonas “blancas”, es decir, sin circulación viral de COVID-19.

Más allá de esto, manifestó que “el comercio en Itatí no da para más, muchas familias realmente están preocupadas” y que la pandemia produjo “un daño económico irrecuperable para el itateño porque para algunos esta fiesta era la oportunidad  de hacer ingresos para salvar el año”.