Carlos Ariza, Adolfo León, una menor de 17 años y otro hombre que aún está sin identificar perdieron la vida en las últimas horas, tras sufrir quemaduras de tercer grado, tras la explosión de un camión cisterna en la vía entre Ciénaga y Barranquilla. Con ellos tres, la cifra de muertos por este hecho ascendió a 10.

Entre tanto, se conoció que cerca de 18 heridos tendrán que ser trasladados a centros de salud de Bogotá y Bucaramanga debido a que en la región Caribe solo hay dos unidades de quemados, una en Barranquilla y otra en Montería. Ambas están al máximo de su capacidad.

De igual forma, la alcaldía de Santa Marta informó que solicitó el avión ambulancia de la Fuerza Aérea para trasladar a todos los heridos que se encuentran en sus Unidades de Cuidados Intensivos debido a que en esa ciudad no hay una unidad especializada en quemaduras.

Además en algunos casos la situación es bastante preocupante porque hay personas con heridas que superan el 80 % y 90 % de quemaduras en todo su cuerpo.

Aún no hay un cálculo exacto de la cantidad de personas heridas. Se estima que son más de 54. Sin embargo, debido a que han sido atendidas en distintos centros de salud de varias ciudades no ha sido posible concretar un número exacto de víctimas.

Habló el conductor del camión

Entre tanto, el conductor del accidente explicó qué fue lo que ocurrió: "Yo venía manejando y se me atravesó un animal, parecía una babilla. Cuando intenté maniobrar el vehículo, el peso del tanque me hizo volcar. Yo salí como pude de la cabina y comencé a pedir ayuda a otros vehículos que pasaban por esa vía".

El conductor expuso que minutos después llegó la Policía y también empezaron a llegar los habitantes de la zona. "Les indiqué que era muy riesgoso porque podía explotar. La Policía intentó apartarlos, pero se pusieron agresivos y no quisieron acatar las órdenes. Una persona intentó remover la batería y eso ocasionó el incendio".

Según se conociró, una vez ocurrió el accidente, habitantes del lugar, al percatarse de lo sucedido, corrieron hasta donde se encontraba el vehículo siniestrado y con pimpinas en mano procedieron a sacar el combustible del vehículo, sin medir el peligro al que se enfrentaban, dijeron testigos.

Pocos segundos después se generó una fuerte explosión y ocasionó la tragedia que ya deja 11 víctimas fatales y más de 54 heridos.