"Nuestros gimnasios son lugares seguros, queremos trabajar"

El profesor Ito Iturriaga, propietario del Gimnasio Performance, habló con Radio Sudamericana y se mostró preocupado por la falta de actividad y las consecuencias económicas para el sector.

“Acá no habla Ito Iturriaga, acá hablamos todos, hoy estamos más unidos que nunca incluso con los gimnasios del interior”, manifestó. “Nuestra preocupación es que no podemos trabajar, no es que simplemente queremos abrir, queremos una solución porque nuestros lugares son totalmente seguros, tenemos todas las medidas de precaución, de higiene, incluso propusimos que la cantidad de personas que ingrese sea mínima: cinco o seis personas a dos metros y medio.  En la calle, el colectivo, los bancos,  hay mucho más peligro que en un  lugar tan cuidado, que es un templo de salud, que es justamente para levantar las defensas”, agregó.

“Hay profesores que no cobran, que están preocupados, que no tienen ayuda del Estado, que de un día para el otro se quedaron sin trabajo, los alquileres no esperan… es complicado, hay que tener mucha espalda para aguantar esto, esa es la triste realidad de los gimnasios”.

“Nosotros somos gente de la salud, que estamos para eso, y nos tienen muy descuidado y eso es lo que nos molesta, nos duele, alguien tiene que tomar cartas en el asunto. Tenemos gente trabajando, chicos que viven el día a día y no llega con la comida. Nosotros  pedimos trabajar con todo el protocolo sin saltarnos nada. Nosotros no recibimos ninguna ayuda de nadie, si tuviésemos alguna ayuda por lo menos cumplimos con los empleados pero no tenemos ayuda de nadie”, agregó Diego, profesor de Drago Gym.

“Estamos tirando todo para el mismo lado, para hacerles ver que lo nuestro es protegido, es cuidado y que tenemos protocolo importante. Yo quiero aclarar que esto no es presión para abrir sino que queremos que sepan que atrás de todo esto hay entidades de salud, que tenemos todas las medidas pensadas para poner en práctica y que hay gente que hoy está sin trabajo: profesores, secretarias, personal de limpieza, y nosotros no tenemos la espalda económica para aguantar esto dos o tres meses”, señaló Ito.

"Por ahí es fácil decir `mantenelo cerrado´, perfecto pero ¿cómo vivís? Y yo estoy preocupado por mis soldados, mis profesores, ¿cómo haces para bancar tanto tiempo?. Si nos dicen cierren seis meses, bueno, pero que haya un subsidios, un préstamo con una taza razonable o algo pero nos dicen cierren, no trabajen, pero no los ayudamos”, dijo Iturriaga.