"La perra se estaba desintegrando viva, hubo que sacrificarla"

El hecho ocurrió esta mañana en inmediaciones de las calles Paysandú y Antartida Argentina, en el barrio Independencia.

 “El señor estaba caminando con sus mascotas con la vereda, la perrita tuvo sed y vio un charco de agua dentro de un obrador. La perra metió el cuerpo y automáticamente empezó emitir gritos de dolor, por suerte la perra salió por sus medios y el dueño no metió la mano. La perra se revuelca en un costado y el pasto donde se tiró quedó todo quemado, de color amarillo. La perra perdió la lengua en ese mismo momento. Había soda cáustica en esa agua, soda cáustica vertida en la vía pública”.

La médica subrayó que la soda cáustica no tiene olor ni color, por lo que un animal o una persona lo pueden confundir fácilmente con agua. “Al principio yo no sabía que era soda cáustica. A mí no se me hubiese ocurrido que había un producto tan tóxico en una vereda”, contó-.

“La perra corrió hacia su casa y el dueño la siguió con la correa pero ya llegando a la casa a la perra le faltaba toda la piel de un lado, y del otro se empezaba a desintegrar, la oreja ya estaba comida”. “Cuando yo llegue ya estaba prácticamente derritiéndose viva y como tragó la soda  hizo el recorrido del recto y del ano, y ya lo tenía desintegrado. La tuvimos que sujetar con un collar, porque la correa también se desintegró. No quedaba otra que hacerle la eutanasia, no nos quedó otra porque se estaba muriendo por una quemadura química. Desde que tomo el contacto con el producto hasta que murió fueron dos horas de terrible agonía”, expresó.

“Ahora yo pase por ahí – por el lugar del hecho-  y excavaron más profundo y taparon todo con tierra”. “Yo no creo que el dueño del animal tome medidas legales porque ahora está muy dolido por la pérdida. Él me contaba que era increíble como su otro perro quería ayudarla, quería ayudar a su compañera de caminatas. Y me contó el esfuerzo que tuvo que hacer para que su perro no tome contacto con ella. El señor está muy dolido, vive sólo, únicamente tenía a sus perros y a su hijo”. “Yo lamento que en ese momento no haya aparecido un inspector del ente regulador y que no se haya labrado un acta porque esto no se tapa no más con tierra como lo hicieron”.